Sin haber comenzado todavía su construcción, el futuro trazado del Tren de Alta Velocidad (TAV) entre Burgos y Vitoria, que conectará el AVE estatal con la Y vasca, se ha visto condicionado ya por muy distintos inconvenientes.

Más allá del retraso que acumula este proyecto, tan notable que probablemente los trenes rápidos que unirán las tres capitales de la CAV circularán antes que los que enlazarán la capital alavesa con la burgalesa, una de las principales preocupaciones del Administrador estatal de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) está siendo ahora garantizar que los sondeos previos a las obras puedan ejecutarse con normalidad.

No en vano, las empresas encargadas de realizar las prospecciones geológico-geotécnicas e hidrogeológicas han sido víctimas de varios sabotajes en los últimos meses, lo que ha obligado a Adif a reforzar la seguridad de sus trabajadores y bienes.

El “detonante” de la decisión llegó en el pasado mes de octubre, cuando aparecieron daños en los tubos empleados para las prospecciones y pintadas en la maquinaria

La entidad pública ha aprobado para ello diferentes modificados en el contrato, por valor de 620.000 euros, tratando así de salvaguardar a las firmas ejecutoras de estas tareas, Geodrilling, SGE y Elisur.

Proteger la maquinaria

Según ha confirmado un portavoz de Adif a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, este paso “obedece a la necesidad de proteger la maquinaria y el material” que las empresas están utilizando para llevar a cabo estos “necesarios” estudios previos a la construcción de la plataforma de alta velocidad entre Burgos y Gasteiz.

Entre otros daños sufridos y denunciados, se han reportado roturas en los tubos empleados en los sondeos y pintadas en las máquinas.

Los mismos medios indican que el “detonante” de estos ataques se remonta al pasado mes de octubre en las inmediaciones de Pancorbo y Ameyugo, junto al desfiladero. Una zona que presenta una difícil orografía y que, al mismo tiempo, cuenta con una rica biodiversidad.

Obras del TAV. Archivo

El Diario de Burgos informó recientemente de que los hechos tuvieron lugar, concretamente, en la madrugada del 18 al 19 de ese mes. Al llegar a sus puestos de trabajo al día siguiente, los empleados se percataron de la existencia de “numerosos” daños en dos de las tres herramientas que estaban utilizando, así como pintadas que rezaban 'AVEno', entre otras consignas. La valoración económica de estos actos vandálicos ascendió hasta los 137.000 euros –sin IVA–.

Amenazas

Según este mismo medio, y ante el temor a sufrir nuevos sabotajes, las empresas llegaron a comunicar a Adif que no estaban por la labor de asumir “el riesgo” de continuar con los trabajos pendientes sin que se les garantizase una seguridad y vigilancia adicionales.

Incluso, que “exclusivamente” se comprometían a la finalización de las prospecciones ya iniciadas, lo que suponía una importante amenaza para el desarrollo del proyecto en plazo. La entidad encargada de las infraestructuras ferroviarias a nivel estatal tomó nota y actuó en consecuencia.

Obras del TAV en Arrasate. Ainara García

El mismo portavoz de Adif subraya a este periódico que, al margen de los denunciados, “no hay constancia de que haya habido más” actos vandálicos posteriores.

Los plazos Adif dio el último paso decisivo para la construcción de la línea Burgos-Vitoria hace ahora un año y dos meses, cuando contrató la redacción del proyecto básico y constructivo por 21 millones de euros.

La redacción de estos planes constituye el paso previo para la licitación de las obras del futuro trazado, que tendrá una longitud de 101,3 kilómetros y requerirá una inversión prevista cercana a los 1.500 millones de euros, si bien el importe definitivo lo concretarán los proyectos.

Pancorbo-Vitoria

La construcción del futuro trazado se ha estructurado en dos tramos, ambos en vía doble: Burgos-Pancorbo y Pancorbo-Vitoria, que suman 90,1 kilómetros, así como un bypass de otros 11,2 en vía única en Miranda de Ebro, que posibilitará tanto la parada de trenes en la vecina localidad burgalesa como la circulación sin parada por el exterior del municipio. Un proyecto, cabe recordar, que se ha encontrado con la firme oposición del vecindario de Ribera Baja.

Pese a algunos mensajes contradictorios, parece difícil que las máquinas comiencen a trabajar en la obra civil de la línea Burgos-Vitoria antes de 2026, lo que convierte en una opción más que real que la Y vasca comenzará a funcionar como una isla.

Una cifra: 620.000 euros

La entidad pública ha aprobado para ello diferentes modificados en el contrato, por valor de 620.000 euros, tratando así de salvaguardar a las firmas ejecutoras de estas tareas, Geodrilling, SGE y Elisur.

Rechazo al TAV por Ribera Baja

Juntas Generales de Álava. Las Juntas Generales de Álava han mostrado recientemente su “disconformidad” con el trazado del TAV en la línea Burgos-Vitoria y su conexión con Miranda de Ebro a su paso por Ribera Baja, un proyecto que va a suponer para esta comarca “un elevado y desproporcionado impacto medioambiental, visual y acústico”. La moción, impulsada por Elkarrekin Araba y EH Bildu a petición del Consistorio del municipio de Añana y del concejo de Quintanilla de la Ribera, contó también con el apoyo del Partido Popular. En su segundo punto, la Cámara foral insta a los gobiernos de Euskadi y España “a la búsqueda de soluciones alternativas que minimicen dicho impacto”. El texto, rechazado por los partidos que sustentan el ejecutivo foral PNV y PSE será trasladado tanto al Gobierno central.